Mantener limpio espacios por el que transite un gran número de personas al cabo del día es, más que una necesidad, una obligación, para la transmisión y el contagio de enfermedades; siendo de especial importancia en el caso de los baños públicos. La higiene en los baños públicos es un tema fundamental, porque puede afectar a la reputación del negocio; según algunos estudios, el 80% de los usuarios afirma que no volverían a un lugar en donde se encuentren los aseos sucios o con malos olores.

Por tanto, una adecuada higiene en el baño elimina en un 30% el contagio de enfermedades producidas por bacterias y gérmenes, como la gastroenteritis o la gripe. De ahí, la importancia de limpiar varias veces al día los aseos. El problema, no obstante, es que no siempre los aseos públicos están en perfectas condiciones.

Pero, si tener presente las repercusiones sobre la salud de los usuarios, el hecho de no efectuar adecuadamente una buena limpieza de los baños públicos tiene otra consecuencia muy importante, al afectar sobre la reputación del negocio, provocando que los clientes no vuelvan, al repercutir negativamente en la imagen del mismo. La higiene en los aseos de bares, restaurantes, hoteles o centros comerciales, entre otros negocios, repercutirá en los ingresos del negocio.

Es difícil saber lo que un cliente quiere con exactitud, pero existe un denominador común, todo cliente quiere un baño limpio, agradable a la vista, con buen aroma, con inodoros, lavamanos y paredes claramente limpias, sin manchas en el suelo y que haya señales de que hay una limpieza constante. La limpieza impacta directamente en la reputación de un negocio, por tanto, ofrecer una imagen ordenada y productiva transmitirá mucho al cliente, consiguiendo que los clientes estén más satisfechos y su fidelización.