Las bandejas isotérmicas son la mejor herramienta para el transporte de la comida en cualquier centro hospitalario, clínica o geriátrico, y esto es debido en gran parte gracias a sus características, al permitir que cada plato siempre llega a la temperatura adecuada (manteniendo la temperatura de los alimentos fríos o calientes hasta 2 horas) y con todas las propiedades organolépticas (tanto sabor, como olor y textura) en perfectas condiciones.

Pero no solo por el respeto a los alimentos y permitir que los platos mantengan la temperatura en perfecto estado hasta llegar al consumidor, son una herramienta ampliamente extendida en el ámbito sanitario, sino entre otras características porque:

  • Al ser un producto isotérmico, permite transportar alimentos fríos y calientes al mismo tiempo, sin que se transfiera la temperatura de un plato a otro.
  • Su diseño ergonómico facilita que sean utilizadas por los usuarios de los centros, además de mejorar la manipulación por parte del personal del centro.
  • Otro aspecto a destacar de su diseño son las superficies redondeadas, lo que permite que el agua del lavado no entre en la bandeja, haciendo que sean aptas para el lavavajillas donde llega a soportar temperaturas de hasta 85ºC, estando adaptadas a cualquier tipo de lavaplatos.
  • Su compatibilidad con muchos sistemas de carros de entrega y la facilidad para apilarlas, permiten el ahorro de espacio durante su transporte y almacenamiento.
  • Además de para el transporte, el interior también se encuentra adaptado a cualquier tipo de vajilla convencional, por lo que su adquisición no supondrá una inversión extra en menaje de cocina.
  • Finalmente las opciones de personalización que incorporan, facilitan el etiquetado de las bandejas, lo que implica que sean ideales en el ámbito sanitario, donde cada paciente necesita una alimentación específica.

Por todas estas ventajas, el empleo de bandejas isotérmicas en el ámbito socio-sanitario permite etiquetar dichos elementos como un producto de referencia dentro del ámbito.