La higiene y la hostelería son dos conceptos que van unidos de la mano. La cocina de un restaurante puede ser un lugar difícil donde trabajar, es caluroso, ruidoso y tan exigente como agotador. Mantener un buen ritmo en la cocina con un nivel alto de higiene suele ser un dolor de cabeza para todo hostelero del sector. Cualquier chef sabe que una buena organización es imprescindible en la cocina.

Para conseguir un lugar de trabajo optimizado e higiénico, actualmente se está imponiendo una filosofía japonesa conocida como las «5 eses«. Este método nos permitirá mantener organizado, ordenado y limpio el lugar de trabajo para aumentar la productividad. Para ello, simplemente debemos seguir estas cinco sencillas ideas:

  • Seiri (clasificación): separar lo incenesario; elimina del espacio de trabajo todo lo que sea inútil. Todo aquello que no aporte valor debe ser identificado y retirado de la cocina.
  • Seiton (orden): situar lo necesario; organiza el espacio de trabajo de forma eficaz. Establecer un lugar para cada cosa y colocar cada cosa en su lugar. Además, una vez finalizada la utilización de un utensilio este tiene que volver a su sitio.
  • Seiso (limpieza): suprimir suciedad; mejorar el nivel de limpieza de los lugares. Identificar los principales focos de suciedad y llevar a cabo las acciones que sean necesarias para que no vuelvan a aparecer y, en caso de que aparezcan, se establece cómo proceder.
  • Seiketsu (estandarización): señalizar anomalías; establecer normas y procedimientos de actuación. Por ejemplo, indicar las pautas a seguir si algún utensilio se estropea.
  • Shitsuke (mantener la disciplina): seguir mejorando; fomentar los esfuerzos en este sentido. Hablamos de la mejora continua y de no dejar esta filosofía, porque con la perseverancia se obtienen los resultados.

5-s

La aplicación de esta metodología en varios ámbitos ha supuesto una reducción del 40% en los costes de mantenimiento, la reducción de un 70% del número de accidentes, el aumento del 10% de la fiabilidad de los equipos y el crecimiento del 15% del tiempo medio entre fallas.