Debido al trasiego constante de mercaderías y clientes, los bares y restaurantes son lugares especialmente susceptibles a sufrir ataques de plagas. Los negocios donde existe manipulación y/o almacenaje de alimentos, la limpieza y el control de plagas son dos aspectos fundamentales para salvaguardar la seguridad y salubridad de los mismos.

Las plagas más típicas que pueden encontrarse en bares y restaurantes son las plagas de cucarachas e insectos voladores, junto con la plaga de roedores. Todas ellas son un peligro potencial para el consumidor, ya que son transmisores de microorganismos causantes de enfermedades y pueden contaminar los alimentos. Estas plagas suelen encontrarse principalmente en la zona de almacén o en las cocinas, aunque en el caso de encontrarnos con una plaga descontrolada, pueden difundirse también a otras zonas, complicando más su control y erradicación.

Tenga presente que la presencia de cucarachas, insectos voladores y roedores perjudica gravemente la reputación de los negocios de restauración, agravándose el problema de la mala reputación por la presencia de las redes sociales, ya que más del 90% de las personas que navegan a través de los smartphones ha buscado un restaurante y leído las opiniones de otros clientes en los últimos seis meses. Por tanto, una mala crítica relacionada con un problema de plagas sería fatal para cualquier negocio, pudiendo llevar al cierre del mismo.

Contra las plagas el mejor remedio es la prevención, siendo clave para combatir el problema y evitar la aparición de plagas. Ante la posibilidad de una plaga, debe evitar que los empleados del local intenten terminar con ella por ellos mismos, al encontrarnos con animales sociales, y la presencia de un solo ejemplar implica que seguramente habrá muchos más.