El Ministerio de Sanidad en colaboración con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) han lanzado una campaña informativa sobre cómo cocinar para evitar las altas concentraciones de acrilamida en los alimentos. La acrilamida es un compuesto orgánico que se crea de forma natual al cocinar a más de 120ºC en ambientes de baja humedad ciertos alimentos ricos en hidratos de carbono, como las patatas o los cereales.

El lema de la campaña «con la acrilamida no desentones. Elige dorado, elige salud» se pretende concienciar en los riesgos derivados de cocinar alimentos con almidón a alta temperatura, ya que esta sustancia podría ser cancerígena en altas concentraciones.

Pero, ¿cómo identificamos este exceso de acrilamida? Debemos prestar especial atención a los alimentos fritos, tostados o empanadas, especialmente a patatas, galletas, bollería, pan, alimentos empanados y rebozados o cualquiera de sus derivados, y evitar aquellos que tengan un tono marrón tras ser cocinados.

Desde el pasado mes de abril, el Reglamento de la Unión Europea reconoce a la acrilamida como un contaminante y exige controlar a las industria alimentarias, catering y cualquier empresa relacionada con la restauración, el estado de los alimentos que pueden generar dicha sustancia a lo largo de la cadena alimentaria. Además, se han establecido medidas de mitigación y niveles de referencia para reducir la presencia de acrilamida en los alimentos.