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Ocho zonas críticas en la limpieza de la cocina
La limpieza e higiene de cocinas es una tarea que debe realizarse adecuadamente para mantener la seguridad alimentaria en las instalaciones. El correcto mantenimiento de los elementos de una cocina central es fundamental para que todas las actividades se desarrollen de una manera adecuada e inocua, evitando así el riesgo de contaminación o falta de higiene. Por esto, debemos seguir una serie de procesos y tareas que, por desgracia, no todo el mundo lleva a cabo.
El diseño, y por tanto la planificación, de una manera higiénica de una cocina es garantía de buen funcionamiento y de servicio. El diseño higiénico de la cocina busca la elaboración de productos seguros. Por todo ello, y para conseguir llevar el control de los puntos más críticos a la hora de mantener en buen estado las instalaciones, indicaremos ocho aspectos que nos ayudarán a conseguir los niveles de limpieza e higiene necesarios en nuestra cocina.
- La zonas de fogones presenta el principal problema de filtración de restos de alimentos, haciendo necesario desmontar parrillas, rejillas y fogones para eliminar esa acumulación de restos de alimentos después de cada cocinado.
- Las campanas y los conductos de extracción suelen acumular grasas, con su correspondiente riesgo de incendio. Una limpieza semanal o quincenal de las mismas asegurará su rendimiento. Por otro lado, es recomendable realizar una limpieza interior de manera semestral. Anualmente también debe realizarse una limpieza de conductos y motores por parte de una empresa especializada.
- Otra zona especialmente sensible son los sumideros y los desagües, al poder acumularse restos sólidos generando atascos y malos olores. Por tanto, limpiar los sumideros una vez a la semana con productos desincrustantes, solucionará este problema.
- La limpieza e higienizaciónde de encimeras y tablas de trabajo son muy importantes, ya que nos encontramos con utensilios donde el problema de la contaminación cruzada es mayor. Limpiar con productos desinfectantes y aclararlos a continuación, después de cada uso, solucionarán el problema de contaminación.
- En los suelos, juntas y esquinas se suele acumular suciedad con facilidad, una limpieza diaria y otra en profundidad , al menos cada 15 días, serán suficiente para solventar este punto crítico.
- De la misma forma, las ruedas y las patas de mesa, son zonas de adherencia de suciedad y grasas. La limpieza semanal con productos desinfectantes es la solución a este problema.
- Unida a la zona crítica anterior, las juntas, cierres, bajos y laterales de mobiliario, son zonas donde se acumula suciedad de forma general. Una limpieza quincenal con productos jabonosos y su posterior aclarado se deben marcar también en nuestro programa de limpieza.
- Finalmente, las manillas e interruptores, se limpiaran diariamente con paños y desinfectantes. Al ser enseres que diariamente tocamos con nuestras manos y facilitan la propagación de microorganismos.
El desarrollo de un plan de limpieza ayudará en gran medida a atajar estos aspectos de una forma ligera y efectiva.